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Daniela Fonseca “remata” el año mirando al horizonte

La principal figura del tenis de mesa en Cuba creció como jugadora durante un año muy activo.


Por: Eyleen Ríos López
(eyleen.rios@inder.gob.cu)
lunes, 23 de diciembre de 2024 06:26 AM



Foto: Tomada de ITTF América.

La Habana.- CON apenas 22 años Daniela Fonseca se ha convertido en el rostro femenino más conocido del tenis de mesa en Cuba. La presencia en importantes torneos internacionales de las últimas temporadas le ha ayudado a crecer como jugadora y avanzar a puestos con los que alguna vez soñó.

El 2024 fue especialmente activo. Apenas tuvo descanso y por eso asegura que tomará unos días para esperar junto a la familia la llegada de un año que marcará más retos para su carrera. En el horizonte se divisa una campaña igual de “movida”, que pudiera comenzar con la incursión en la Copa Panamericana de San Francisco 2025, pactada a finales de febrero en esa ciudad estadounidense.

La zurda matancera, situada actualmente en el puesto 103 del ranking mundial, cerró su temporada con el reinado individual en la Copa Cerro Pelado, un certamen tomado como control de la preparación y evaluación de otros objetivos importantes de cara al futuro inmediato.

Hacia nuevos objetivos avanza Daniela con las importantes experiencias vividas durante los últimos 12 meses, entre las que destacan su segunda participación en citas olímpicas, la presencia en varias fases del circuito WTT Feeder Series y clasificaciones para más de una modalidad del próximo campeonato mundial, que en mayo de 2025 acogerá la ciudad de Doha, en Catar.

Precisamente de sus metas a corto plazo y de lo que le dejó la temporada a punto de expirar accedió a conversar con JIT.

¿Cómo valoras todo lo vivido durante 2024?

La verdad fue un año muy “cargado”. Entre enero y diciembre, creo que solo en junio no tuve ninguna competencia y por eso siento que mi cuerpo necesita mucho este descanso de fin de año.

Resultó un año muy exigente por los retos enfrentados, pero los más duro fue eso, competir tanto. Por otra parte, más allá del agotamiento, me aportó mucho esa intensidad competitiva. Jugué en Asia, en Europa y también en América, lo que me permitió tener más elementos para comparar y ajustarme a cada uno de los estilos de juego, que son diferentes.

Desde el punto de vista técnico, ¿cuánto te aportó eso?

Es impresionante comprobar cuánto ha evolucionado el tenis de mesa y todo lo que viví me ha ayudado a abrir la mente, a ensayar variantes para mejorar mi técnica. Incluso, me permitió probar cosas nuevas, ver que me conviene quitar y qué agregar…

¿Cuál es la principal diferencia entre tu manera de prepararte y de jugar, y lo que enfrentaste?

Nosotros tenemos muy buena base física. El trabajo que hacemos aquí en ese sentido es muy bueno, tenemos una conciencia de sacrificio, de entrenar en ocasiones en condiciones menos favorables, pero la mayor diferencia creo que radica en la explosividad.

Nosotros trabajamos mucho la fuerza, pero tenemos menos competencias al año y por eso nos enfocamos menos en la explosividad. Por suerte lo vivido este año me hizo cambiar ese aspecto, tuve más eventos y a la par del volumen tuve que trabajar entonces la explosividad.

El torneo olímpico de París o el Campeonato Panamericano de San Salvador, ¿cuál sería la mejor experiencia del año?

Me quedo con el Panamericano. Esa medalla de oro por equipos es histórica para el tenis de mesa en Cuba. Además, muy pocos saben que jugué allí una semana después de que falleciera mi abuela y fue muy duro. Ella era mi vida y le dediqué ese triunfo, por eso será el de más valor siempre, aunque vengan otras medallas más adelante.

Además del protagonismo individual, viviste buenos momentos en el doble mixto junto a Jorge Moisés Campos. ¿Qué modalidad disfrutas más?

Me gusta mucho más el mixto, siento que es más un colectivo, no es jugar solo para uno. El individual es mi sueño, mi sacrificio, pero en el mixto estás con un compañero y si algo te sale mal tienes quien te ayude, si uno de los dos no “pone” una pelota, está el otro para respaldarlo.

El evento por equipos y el doble femenino también me gustan mucho, realmente el individual lo pondría en el último lugar en mi lista de preferencias.

Metas para 2025…

Altas… muy altas. La Copa Panamericana en enero sería lo primero. Espero también mantener mi título individual en el Caribe, llevó dos años consecutivos ganando y quiero la tercera corona. Y para el Mundial clasifiqué en los tres eventos, será mi segunda participación, pero nunca he jugado en doble y doble mixto, así que espero disfrutarlo al máximo.