La Habana.- CUANDO se habla de los juegos olímpicos pensamos siempre en resultados deportivos, en la hazaña de uno o varios atletas, en récords y otras marcas extraordinarias. Y aunque en Tokio 2020 no será diferente, ya destaca otra faceta: la sustentabilidad.
Ese aspecto resulta clave dentro del panorama que rodea el magno certamen, y lo será más allá de su programa, en tanto no escatima en novedades tecnológicas y servirá de ejemplo sobre el mundo ansiado para el futuro.
El lema Ser mejores, juntos. Para el planeta y las personas, inspira a los organizadores en su afán de demostrar que puede detenerse el cambio climático y legar a las nuevas generaciones un mundo sin basura ni excesivas emisiones de carbono, a partir de maximizar las energías renovables y racionalizar el agua.
Los nipones no solo compartirán su amabilidad y cultura milenaria, también recordarán a participantes y seguidores que muchos productos pueden reutilizarse y reciclarse una vez han cumplido su objetivo original.
La cita prevista del 24 de julio al 9 de agosto, y los Paralímpicos programados del 25 de agosto al 6 de septiembre, enarbolarán esa filosofía a través de significativos ejemplos y aristas.
CAMAS DE CARTÓN
Los atletas, entrenadores y el resto del personal que habitará la Villa Olímpica dispondrán de 18 000 camas, cuya novedad ha sido la ausencia de madera y metal en su composición.
La empresa Airweave, encargada del diseño, optó por el cartón reciclado sometido a un proceso de endurecimiento que permite a cada pieza soportar hasta 200 kilogramos de peso. Los colchones se concibieron a partir del polietileno, para ser empleados luego en envases de plástico.
El único “inconveniente” de las camas, y que ha generado cierta polémica en las redes sociales, radica en que los fabricantes sugirieron a sus inquilinos no usarlas para relaciones sexuales, pues aunque está comprobada su resistencia no deben excederse en el uso.
PLAZA DESMONTABLE
La plaza central de la Villa, corazón de la confraternización en este tipo de citas, tendrá una extensión de 5 300 metros cuadrados y 40 000 piezas de madera ensambladas al más autóctono estilo nipón.
Se necesitaron 1 300 metros cúbicos de ciprés y cedro, donados desde 63 regiones del país, las cuales —al término de las citas— recibirán de regreso sus maderas para emplearlas en parques u otras estructuras públicas. Cafeterías, tiendas y hasta una sala de prensa formarán parte del espacio en que se hablarán y escucharán los más diversos idiomas.
MEDALLAS NACIDAS DE VIEJAS TECNOLOGÍAS
Unas 80 mil toneladas de teléfonos móviles, partes de computadoras portátiles y otros electrodomésticos inservibles fueron donados entre abril del 2017 y marzo del 2019 para la fabricación de las medallas que se entregarán en el certamen.
La cadena NTT recogió 6,21 millones de móviles usados, y en general recuperó 32 kilogramos de oro, 3 500 de plata y 2 200 de bronce.
Junichi Kawanishi ganó el privilegio de diseñar las preseas que atesorarán quienes suban al podio. En sus imágenes combina a Niké, diosa griega de la victoria, con los cinco aros olímpicos y el nombre del evento.
No es la primera vez que las medallas olímpicas surgen de materiales reciclados, pues Vancouver siguió esa misma ruta para la cita de invierno del 2010. La novedad tiene que ver con las ediciones veraniegas.
PODIOS RECICLADOS
Los 100 podios para las premiaciones se construirán de plástico reciclado, una parte entregada por la población japonesa y la otra recogida como desecho en el mar.
Se trata de uno de los mensajes más claros sobre la necesidad de minimizar la basura contaminante, y constituye una alerta para los pobladores del archipiélago nipón, considerados por la ONU entre los máximos generadores per cápita de residuos de plástico.
Un total de 2 000 establecimientos de mercados locales alojaron los contenedores en que los habitantes del país depositaron los envases que luego fueron fundidos para la confección de los estrados.
VEHÍCULOS HÍBRIDOS
El transporte de atletas, entrenadores y delegados tendrán diferentes variantes, pero el denominador común será la menor afectación al medio ambiente. Por eso Toyota —patrocinador oficial de la cita— pondrá a disposición de los organizadores los llamados e-Palette.
Estos vehículos eléctricos autónomos tienen la opción de ser tripulados por una persona. Alcanza como velocidad máxima los 20 kilómetros por hora y se utilizarán principalmente para llevar de un punto a otro a los competidores con sus implementos.
Se multiplicará el uso de monopatines y buses Sora, estos últimos con capacidad para 80 personas y equipados con baterías de hidrógeno, control de la aceleración y otros elementos de seguridad.
Estas son solo algunas de las propuestas tecnológicas y ecológicas que propondrá Tokio en su segunda experiencia olímpica. La intención es demostrar que sustentabilidad y magia deportiva pueden ir de la mano, en un mundo que ha tocado niveles insospechados de desarrollo, aunque muchas veces a costa de agredir al medio ambiente sin medir consecuencias.
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