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Mujeres de ciencia en laboratorios de Tokio 2020

Su labor resulta imprescindible para mantener la buena salud del deporte a nivel mundial, libre de doping.


Por: Eyleen Ríos López
(eyleen.rios@inder.gob.cu)
viernes, 10 de septiembre de 2021 08:18 AM



Ariana. Foto: Roberto Morejón

La Habana.- LAS CUBANAS Ariadna McPherson y Ariana Rodríguez comparten varias similitudes. Más allá de nombres parecidos sienten gran amor por la profesión elegida y recientemente participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

No salen a un terreno de juego y su trabajo tampoco está a la vista, a diferencia de médicos y sicólogos. Sin embargo, su labor resulta imprescindible para mantener la buena salud del deporte a nivel mundial.

Por sus manos pasaron miles de muestras en que se buscó la más mínima evidencia de sustancias prohibidas. Mientras Ariadna aplicaba métodos de inmunoensayo en busca de eritropoyetina u otros agentes estimulantes, Ariana seguía las pistas de los esteroides anabólicos para cuantificar el perfil esteroidal, a través de técnicas de cromatografía de gases y espectrometría de masa.

Ambas profesionales se formaron en Cuba, trabajan en el Laboratorio Antidoping de La Habana y por sus notables conocimientos fueron invitadas a trabajar en el grupo internacional conformado para velar por la “limpieza” de Tokio 2020, una experiencia común que también las une.

LA DEBUTANTE ARIADNA

Graduada hace apenas tres años en el Instituto de Farmacia y Alimentos (Ifal) de la Universidad de La Habana, Ariadna no podía creer ahora que la “suerte” la pusiera ante semejante reto. Al recibir la noticia, recuerda, se sintió «eufórica y un millón de emociones invadieron mi cabeza».

Para ella, Tokio se convirtió en una escuela en todos los sentidos. Por primera vez en su vida “cruzó” su habitual horario de trabajo, ya que analizaba las muestras durante la madrugada. Además tenía que hacerse entender en más de un idioma.

Confiesa que el traductor de Google se transformó en su aliado durante los momentos más complicados, pero sobre todas las cosas aprovechó la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos.

«Estar rodeada de científicos de renombre, como Laurent Martín, experto de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), me hizo crecer. Pude poner en práctica toda la experiencia vivida en nuestro Laboratorio, pero también me sentí como una niña de tres años que quería captarlo todo. Y no puedo quejarme porque me facilitaron sus conocimientos, no se midieron para compartirlos conmigo», asegura a JIT.

«Lo más admirable fue el nivel de organización. Las restricciones que cumplimos evitaron que la covid-19 se expandiera. Disfruté mucho todo lo vivido, en especial la inauguración, en que estuvo latente la peculiar cultura japonesa», dice.

Admite que no sabe nada sobre deportes, aunque pueda parecer ilógico. Se siente feliz por la actuación de la delegación cubana y solo lamenta estar viviendo momentos tan complicados en los que debe limitarse cualquier tipo de celebración.

«En Tokio conversábamos de la pandemia. Nos contamos experiencias de nuestros países y llegamos a la conclusión de que la vida no volverá a ser igual», lamenta esta joven de 26 años, ya parte de la historia que día a día escribe el deporte cubano.

Y se despide en tono de jarana, reconociendo otro de las aprendizajes: «también aprendí a comer con palitos».

ARIANA OTRA VEZ OLÍMPICA

Fundadora del Laboratorio habanero, Ariana estuvo hace cinco años en Río de Janeiro y en Tokio 2020 ratificó sus sensaciones de aquella primera vez: «trabajar en unos juegos olímpicos es la cumbre para un profesional».

Jefa del área analítica en la entidad cubana y madre de dos adolescentes, señala que no resultó nada fácil alejarse de ellos en momentos tan complicados por la pandemia de la covid-19. Sin embargo, sabía que estarían bien cuidados y que esta segunda experiencia le aportaría mucho a su ya extenso currículo.

¿Cómo fue esta vez?

Una escuela, un entrenamiento. Aunque tenemos establecidas las cosas a determinar, las pautas a seguir, cada laboratorio lo hace por caminos diferentes, con equipamientos y técnicas variadas. Nutrirme de todas esas visiones desde el punto de vista profesional fue algo satisfactorio.

Enfrentarme a las más novedosas tecnologías, a un software diferente, también representa una oportunidad de conocer y enriquecer mi experiencia previa.

¿Disfruta del deporte?

Soy amante del deporte, lo sigo desde siempre, los veo todos cada vez que tengo tiempo. Por eso me gusta mucho mi trabajo. El aporte que doy para que se mantenga sano, limpio y gane quien de verdad lo merezca es imprescindible.

¿Qué valoración recibió el trabajo de ustedes en Tokio?

Nos agradecieron por el esfuerzo y la dedicación, y nos comentaron que estaban muy contentos con nuestra labor.

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