La Habana.- AMBICIOSA para bien, exigente como pocos y sobre todo mucho más madura para enfrentar sus metas… así describe el entrenador cubano Yoelbi Quesada a su actual estrella del triple salto entre mujeres: Liadagmis Povea.
«Lia se exige mucho, incluso a veces más de lo recomendable, pero esa es una de sus fortalezas. Ella tiene que presentarse con nivel porque es así como está el mundo, y tiene que hacerlo para lo que se ha propuesto», dice refiriéndose a la mujer que en estos momentos es tercera del ranking planeteario con registro personal de 14.93 metros.
Esa marca es de apenas unos días. La logró en el Estadio Panamericano, al este de La Habana, y le confirmó que no es un sueño de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Llegar en esa cita a más de 15 metros y subir al podio son hechos con los que sueña la medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y campeona del circuito bajo techo del 2021.
Povea es la más pequeña de estatura entre las mujeres que actualmente muestran resultados de nivel en la especialidad, pero compensa con la explosividad, además de una madurez que su entrenador insiste en señalar como su mayor ganancia de los últimos tiempos.
«He madurado mucho. Yo digo que un 90 por ciento de mis resultados han sido gracias a esa madurez, al cambio de mi manera de pensar. Me proyecto de forma distinta en los entrenamientos y en mi vida personal, y ahora pienso más las cosas antes de hacerlas», asegura mientras sigue la competencia de triple masculino en una de las confrontaciones nacionales.
El triple entre mujeres es uno de los eventos más esperados en Tokio. Tiene como favorita a la venezolana Yulimar Rojas, quien es entrenada por el cubano Iván Pedroso y está varios escalones por encima del resto de las competidoras.
Constante por sobre los 15 metros, toqueteando con el récord mundial de 15.50 y ganadora de todos los últimos certámenes importantes, a Yulimar solo le queda imponerse en unos juegos olímpicos y se presume que es solo cuestión de tiempo. Sin embargo, el resto del podio en la urbe nipona parece al alcance de cualquiera de las restantes competidoras.
«Los 15 metros están cerca, siento que los tengo en las piernas, falta más preparación cada día y sobre todo crear las condiciones en cada competencia para que salga», adelanta Povea, quien en el 2019 registró 15.03 metros, pero no fueron homologados por viento a favor superior al permitido.
En Tokio estará acompañada por otras dos cubanas, Davisleidy Velazco y la juvenil Leyanis Pérez, y aunque ella es la estrella del grupo, el hecho de saberse acompañada será un punto a favor en medio de una cita que se vivirá diferente por la pandemia de la covid-19.
«Sé que será un escenario discreto. No contaremos con público, para nosotros el apoyo del público es fundamental… sin embargo poco a poco nos hemos ido adaptando a las gradas vacías y de todas maneras saldré a buscar el objetivo de mi mejor marca», acepta.
El triple entre féminas solo se convoca desde Atlanta 1996 y el mejor resultado de una cubana es el cuarto puesto de Yamilé Aldama en Sídney 2000 (luego compitió por otros dos países), aunque el quinto lugar de Yargelis Savigne en Beijing 2008 fue con mejor registro de 15.05 metros.
La camerunesa Francoise Mbango es la única con dos coronas a este nivel (Atenas 2004 y Beijing 2008) y además la recordista con 15.39 metros en la capital china.
La colombiana Caterine Ibargüen venció en Río de Janeiro 2016 y es una de las clasificadas ahora, pero no parece en condiciones de retener su corona ante el empuje mostrado por Rojas.
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