La Habana.-. CUANDO el próximo 2 de agosto se celebre la final del disco para mujeres en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la afición podría confirmar al área de lanzamientos como la más laureada del atletismo en la Isla.
Yaimé Pérez y Denia Caballero están llamadas a defender una tradición con evidencias desde Moscú 1980, con aquel reinado de la jabalinista María Caridad Colón que califica como el primero de una latinoamericana bajo los cinco aros.
Sin embargo, el detalle más curioso no está ahora en ese o los siguientes títulos (4) obtenidos por nuestras lanzadoras, sino en que solo Cuba posee liderazgos en todos los eventos de esta área: disco, jabalina, bala y martillo.
VUELA EL DISCO
En el disco, única modalidad en que existen posibilidades de podio en Tokio 2020, se disfrutó la primera alegría dorada con Maritza Martén en Barcelona 1992, gracias a disparo de 70.06 metros.
La habanera se impuso en medio de una armada de europeas, y sigue siendo la última que lo hizo con más de 70 metros. El récord olímpico pertenece a Martina Hellman (RDA), desde que se tituló en Seúl 1988 con 72.30.
Hablamos de la primera prueba femenina de lanzamiento incluida en el programa olímpico. El debut se concretó en Ámsterdam 1928 y ganó la polaca Helena Konopacka con apenas 39.62 metros.
La repetición de coronas es algo exclusivo de Evelin Schlaak y Sandra Perkovic. La alemana democrática —luego con apellido Jahl— lideró en Montreal 1976 y Moscú 1980, y la croata lo hizo en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Esta última pudiera convertirse en la primera tricampeona, a lo cual se opondrán con fuerza las cubanas. Por cierto, la mayor de las Antillas acumula medallas de bronce con Yarelis Barrios (2012) y la propia Denia (2016).
JABALINA, LA MÁS PREMIADA
Las mujeres pudieron probarse con la jabalina a partir de Los Ángeles 1932. Para Cuba se trata de la especialidad con mejores saldos, porque además del disparo dorado de Colón exhibe el oro y un tercer lugar de Olisdeilys Menéndez.
María Caridad sumó a su título la plusmarca de los juegos (68.40), una hazaña repetida por Menéndez en Atenas 2004, al llevar el dardo hasta los 71.53 metros. Eso sigue siendo lo máximo de esta historia.
El tercer lugar lo consiguió en Sídney 2000, siendo una joven de 19 años de edad a la cual pocos colocaban en el podio.
Las alemanas democráticas fueron las grandes dominadoras de esta prueba con cuatro títulos, apuntalando a Europa como potencia… Solo las cubanas y la estadounidense Mildred Didrikson, en la edición de estreno, marcan las excepciones.
UNA BALA EN LA CUNA DEL OLIMPISMO
Aunque debió esperar para celebrar, la cubana Yumisleidi Cumbá tiene la distinción de haber firmado su corona en la cuna de los juegos, exactamente en el Estadio de Olimpia.
La guantanamera estaba feliz en Atenas 2004 cuando se sabía medallista de plata, tras un registro de 19.59 metros. Sin embargo, su emoción creció al conocerse la descalificación por dopaje de la rusa Irina Korzhanenko.
Cuatro años después, en Beijing 2008, la también balista Misleidys González puso su nombre entre las medallistas, con un destacado premio plateado.
MARTILLO, ÚLTIMO EN UNIRSE
La camagüeyana Yipsi Moreno consiguió la última medalla de oro de las lanzadoras cubanas. Lo hizo con el martillo y varios años después de competir en Beijing 2008.
Yipsi era de las favoritas en el Nido de Pájaros y nadie olvidará su decepción cuando salió de allí con el segundo lugar… Mas, se hizo justicia y en 2016 supimos de la descalificación por dopaje de la bielorrusa Aksana Miankova.
La ahora comisionada nacional de atletismo disfrutó la plata en Atenas 2004, donde Yunaika Crawford quedó en bronce.
Tres cetros de Polonia y uno de Rusia completan la corta historia de esta prueba bajo los cinco aros, iniciada en Sídney 2000.
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