París.- A MENOS de una semana de que funcione a tope toda la maquinaria de los Juegos Olímpicos, el ritmo de vida en esta ciudad se acelera por día. Y esa sensación de constante movimiento ya ha “contagiado” al Centro Principal de Prensa (MPC, por sus siglas en inglés), lugar donde se generará buena parte de la cobertura a la gran fiesta deportiva.
El "búnker" periodístico es acogido por el emblemático Palacio de Congresos, una imponente edificación situada en el céntrico distrito 17 de la capital francesa. La privilegiada ubicación multiplica las opciones de movilidad hacia las diferentes instalaciones y sus facilidades logísticas, distribuidas en tres niveles, y están diseñadas para satisfacer las necesidades de los miles de informadores acreditados para la ocasión.
En la instalación, que sirve como escenario a más de 200 eventos nacionales e internacionales cada año, todo parece estar en su sitio. Tras el habitual chequeo de seguridad los informadores llegados desde todos los rincones del planeta tienen desde el pasado sábado a su disposición lo necesario para realizar su labor, y un ejército de voluntarios prestos a brindar cualquier asistencia, aunque la precisa señalética solventa buena parte de las dudas que puedan surgir.
El salón común y la sala para fotógrafos cuentan con la más moderna tecnología para facilitar el trabajo, mientras que grandes pantallas permitirán seguir a la distancia cuanto acontece en los escenarios de competencias.
Cada nivel posee al menos una sala para conferencias de prensa con capacidades variables que van desde las 50 butacas hasta las 650, como es el caso del anfiteatro Bordeaux, que será destinado para las de mayor demanda.
Las otras han sido bautizadas con el nombre de los principales ríos que corren por el país: La Garona, Le Ródano, La Loira y La Sena.
De acuerdo con los datos previos, en los Juegos se acreditaron unos 3 800 miembros de la prensa escrita y cerca de 1 700 fotógrafos, lo que ha despertado las alarmas en torno a la capacidad –unos 300 puestos en mesa destinados a periodistas y 100 a fotógrafos– para el funcionamiento del MPC en las jornadas de mayor demanda.
Se espera que a medida que se vaya acercando la ceremonia de inauguración (26 de julio) se sucedan los días más críticos, pues en lo adelante buena parte de los profesionales de la prensa se estarán moviendo por las diferentes instalaciones, a la “caza” de las historias.
No obstante, los organizadores confían en que, llegado el momento, encontrarán las soluciones necesarias para evitar molestas congestiones en el recinto. Lo mismo piensan los voluntarios consultados por JIT, solícitos ante cualquier pregunta y algunos hasta contentos por la oportunidad de poner en práctica sus nociones del español.
A diferencia de la edición de Tokio 2020, esta vez el MPC no estará junto al Centro Internacional de Transmisiones (IBC), desde donde se generan las coberturas para radio y televisión. Ese otro nodo informativo estará enclavado ahora en el Centro de Exposiciones de Le Bourget, en el extremo opuesto de la ciudad.
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