París.- DÍAS después que la idea de hacer “desfilar” a las delegaciones por el río Sena durante la inauguración sacará nota de sobresaliente, la icónica vía fluvial se ha convertido en la mayor preocupación para los organizadores de los Juegos Olímpicos en esta ciudad, quienes han visto como peligra una de sus grandes apuestas.
Antes de terminar las jornadas competitivas de este lunes trascendió un comunicado firmado por el comité organizador y la World Triathlon, para confirmar lo que muchos temían: quedaba oficialmente pospuesta la prueba masculina que este miércoles debía comenzar desde el famoso puente de Alexander III.
Las mayores preocupaciones se dispararon tras los aguaceros de viernes y sábado, que si bien fueron llevaderos durante casi todo el acto de apertura, terminaron elevando la contaminación en el Sena a niveles por encima de los aceptables.
«París 2024 y World Triathlon reiteran que su prioridad es la salud de los atletas. Las pruebas realizadas hoy (lunes) en el Sena revelaron niveles de calidad del agua que no ofrecían garantías suficientes para permitir la celebración del evento», señalaba el comunicado.
Las autoridades esperan que, como suele ocurrir, el fin de las precipitaciones haga mejorar la calidad del agua en el río, y París lleva par de jornadas “castigada” por el inclemente sol y una sensación térmica por encima de los 35 grados Celsius.
LEGADO EN APUROS
Si bien la organización de París 2024 se evitó grandes gastos en infraestructuras deportivas adaptando escenarios temporales en emblemáticos sitios de la ciudad, sus responsables no escatimaron recursos para descontaminar el Sena, el gran legado que dejarían los Juegos.
La decisión de celebrar allí las pruebas de triatlón y natación en aguas abiertas siempre generó controversias, pues desde hace un siglo es ilegal bañarse en el río. Se calcula que para revertir esa situación se emplearon alrededor de 1 400 millones de euros, desembolso luego respaldado por una amplia campaña de comunicación que puso a la alcaldesa Anne Hidalgo a sumergirse en las supuestas aguas ya purificadas.
Entre los principales proyectos que formaron la estrategia estuvo la construcción de una cuenca de almacenamiento de aguas pluviales en la zona de Austerlitz, con capacidad equivalente a unas 20 piscinas olímpicas, según se anunció en su momento.
Gracias a esa instalación se impidió que unos 40 millones de litros de aguas residuales y pluviales no fueran a parar al Sena tras las lluvias del fin de semana, al llenarse casi el 80 por ciento de la cuenca, de acuerdo con las autoridades de la ciudad.
Sin embargo, no fue suficiente para que la calidad del agua permaneciera por debajo de lo recomendable, con una concentración de la bacteria de Escherichia Coli de alrededor de 2 000 UFC/100 ml en las inmediaciones del puente de Alexander III, casi el doble del umbral permitido por World Triathlon para evitar la exposición de los deportistas a graves problemas de salud.
Hasta ahora los organizadores mantienen programado para este miércoles la competencia femenina y muy probablemente después compitan los hombres. Pero si las nuevas mediciones no arrojan los resultados esperados, volverá a "planear" la incertidumbre sobre este deporte y sus animadores.
c/
|